jueves, 2 de agosto de 2007

Date a volar

Anda, date a volar, hazte una abeja, En el jardín florecen amapolas, Y el néctar fino colma las corolas; Mañana el alma tuya estará vieja. Anda, suelta a volar, hazte paloma, Recorre el bosque y picotea granos, Come migajas en distintas manos La pulpa muerde de fragante poma. Anda, date a volar, sé golondrina, Busca la playa de los soles de oro, Gusta la primavera y su tesoro, La primavera es única y divina. Mueres de sed: no he de oprimirte tanto... Anda, camina por el mundo, sabe; Dispuesta sobre el mar está tu nave: Date a bogar hacia el mejor encanto. Corre, camina más, es poco aquello... Aún quedan cosas que tu mano anhela, Corre, camina, gira, sube y vuela: Gústalo todo porque todo es bello. Echa a volar... mi amor no te detiene, ¡Cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo! Llore mi vida... el corazón se apene... Date a volar, Amor, yo te comprendo. Callada el alma... el corazón partido, Suelto tus alas... ve... pero te espero. ¿Cómo traerás el corazón, viajero? Tendré piedad de un corazón vencido. Para que tanta sed bebiendo cures Hay numerosas sendas para tí... Pero se hace la noche; no te apures... Todas traen a mí... Alfonsina Storni.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Tu predilección por Alfonsina me hace temer lo peor: Que en cualquier momento vayas tras sus pasos, entregándote a las aguas urbanas del Arroyo Maldonado. Si fuera así, reservame un lugar en ese lecho. No es que tenga pensamientos suicidas, pero esta humedad...

antiprímula dijo...

Diego: Es fascinación poética, no más. Si nos acercamos al Maldonado, lo más probable es que, antes de lanzarnos al tubo, nos distraiga un chori en Castillo y Juan B. Justo. Además de algunas lecturas que, entre chimi y/o criolla, nos conmuevan.