domingo, 30 de noviembre de 2008

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.
***.
No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.
***.
Despedida, JLBorges

viernes, 21 de noviembre de 2008

maravilloso


"La vallisneria es una hierba bastante insignificante que no tiene nada de la gracia extraña del nenúfar o de ciertas cabelleras submarinas. Pero se diría que la naturaleza se ha complacido en poner en ella una hermosa idea. Toda la existencia de la pequeña planta transcurre en el fondo del agua, en una especie de semisueño, hasta la hora nupcial en que aspira a una vida nueva. Entonces la flor hembra desarrolla lentamente la larga espiral de su pedúnculo, sube, emerge, domina y se abre en la superficie del estanque. De un tronco vecino, las flores masculinas que la vislumbran a través del agua iluminada por el sol se elevan a su vez, llenas de esperanza, hacia la que se balancea, las espera y las llama en un mundo mágico. Pero a medio camino se sienten bruscamente retenidas: su tallo, manantial de vida, es demasiado corto; no alcanzarán jamás la mansión de luz, la única en que puede realizarse la unión de los estambres y del pistilo. ¿Hay en la naturaleza una inadvertencia o prueba más cruel? ¡Imaginaos el drama de ese deseo, lo inaccesible que se toca, la fatalidad transparente, lo imposible sin obstáculo visible!
La inteligencia de las flores (fragmento)
Maurice Maeterlinck

lunes, 17 de noviembre de 2008

estado

Bruno Schulz, felino

Tirada en la cama, inmóvil, con los ojos cerrados, ni dormida ni despierta, en el estado más cercano a la muerte que se puede alcanzar en vida. Dolorido el cuerpo: cuando la lava desborda el esternón, núcleo fatal, fluye y quema todas las extremidades. Bruno me despierta de la angustia, que es otro sueño, me sobresalta olisqueando mis pestañas húmedas por un líquido caliente, interminable.

Qué difícil es soportar la vida a veces.

domingo, 16 de noviembre de 2008

(I)realidades

La ceguera del mundo.
traída al mundo.
que también existe. .
Noche abierta. .
Hay que empezar.
a celebrar.

la fiesta del miedo..

Antonio Méndez Rubio.
Recibí tal preciosura en una invitación por mail a un recital de poesía dentro del ciclo "Literatura y compromiso social" Poesía Crítica desde Valencia. (Qué lástima que es en España: La virtualidad y sus límites concretos ¡joder!).

lunes, 10 de noviembre de 2008

resignación

Habré de morirme sin conocer sus verdaderos besos. Qué injusticia.
(Por suerte no hay nada después de la muerte, de lo contrario tendría karma asegurado para la próxima).

domingo, 9 de noviembre de 2008

de mis biblias

"Nunca me perdí en mis sueños, por muy profundos que fuesen. Sin embargo, sobre mí, una amenaza pesaba: mi verdad corría el grave riesgo de ser para siempre la alternativa de mis mentiras".
"Me he vuelto otra vez el viajero sin boleto que era a los siete años: el revisor del tren ha entrado al compartimento, me mira, menos severo que antaño, en realidad sólo quiere irse, dejarme que termine el viaje en paz; que le dé una excusa válida, cualquiera, y se contentará. Desgraciadamente no encuentro ninguna y, por lo demás, ni siquiera tengo ganas de buscarla. Quedamos cara a cara, en el malestar, hasta Dijon, donde sé muy bien que nadie me espera".
"Como dice la regla, ningún padre es bueno; no nos quejemos de los hombres sino del lazo de paternidad, que está podrido".
"Podemos deshacernos de una neurosis, pero no curarnos de nosotros mismos".
Las palabras, Jean Paul Sartre.
( HAY DOS O TRES LIBROS QUE SON COMO BIBLIAS PARA MÍ, A LOS QUE VUELVO CASI SIEMPRE, Y CADA VEZ ENCUENTRO EN ELLOS ALGO NUEVO, ALGO QUE ME CONMUEVE O ME HACE PENSAR O CREER AL LEERLOS QUE LO EXTRAORDINARIO ES POSIBLE. ESTE ES UNO DE ELLOS. HE DORMIDO ABRAZADA A LAS PALABRAS, TODA FORMA DE BELLEZA ENAMORA UN POCO).

viernes, 7 de noviembre de 2008

En cada ser anida la ampolla de los afectos, frágil. La ampolla verde, la ampolla de la tarde. Pero era de mañana...

Las partes son algo más que partes. Dejan de ser partes cuando la última ilusión de cosagrande redonda está pinchada. Desde adentro del repollo se ve la misma luz en todas partes, pero. No hay partes. No hay muchos uno ni muchos ni uno uno. Ni muchos ni tampoco uno solo. No. Ninguna soledad mayor ni menor. Ni más ni menos que la soledad de una oreja arrepollada o de la maquinita de afeitar de mutilar. Entonces. La convención se sostiene, la convención que se sostiene. La convención.
***.
Osvaldo Lamborghini

sábado, 1 de noviembre de 2008

de cuento

"... y comenzó la fiesta de amigos íntimos. Chopin se sentó al piano. Tocó una de aquellas baladas cuyas palabras no han sido escritas por ningún poeta. Repentinamente, en medio de la balada, percibió, cerca de la puerta, inmóvil y pálida, la cara de Sand. Ella fijó sobre él sus ojos apasionados y oscuros. El impresionable artista sintió al mismo tiempo placer y dolor. Otros podían escucharlo pero tocaba sólo para ella. Volvieron a verse. Desde este momento el miedo desapareció, y estas dos nobles almas se comprendieron, o creyeron comprenderse. Chopin se sintió ruborizar bajo la fascinadora mirada. Ella sonrió ligeramente y dijo algunas palabras sobre la ejecución. Chopin estaba halagado y emocionado, sintió que era apreciado como nunca lo había sido hasta entonces."
Probablemente nunca se atrajeron dos personas tan opuestas como Chopin y George Sand. No sólo en carácter sino en constitución física eran tan disímiles como podía imaginarse. Ya tenemos idea de cómo era Chopin: neurótico, tierno como una mujer, soñador, delgado, frágil. Contrastemos todo eso con George Sand. Bien podemos admirarnos de que estos dos nombres se hayan asociado en una de las más misteriosas historias del corazón ha que haya dado nacimiento el romance del siglo XIX.

Op.10, No. 12, Allegro con fuoco en do menor

"He conocido a una importante celebridad: Madame Dudevant, famosa como George Sand, pero no me gusta su cara; hay algo en ella que me repele". Así escribía Chopin a sus padres inmediatamente después de la presentación. Pero una naturaleza débil como la de Chopin no pudo resistir los viriles encantos de una George Sand, pronto los dos fueron vistos juntos en todas partes. Y más adelante serían durante años inseparables.
Del primer encuentro quedaron registradas las primeras impresiones que causaron uno en otro, que describirían mejor que nadie ni nada el cariz que tendría la misma. Al ser presentados, Sand murmura al oído de Mme Marliani. «Ese señor Chopin, ¿es una niña?» «¡Que antipática es esa Sand! ¿Es una mujer? Estoy por dudarlo»- comenta Chopin a Hiller saliendo del salón en el que habían sido presentados.
**
En una carta de una discípula de Chopin que frecuentaba mucho la casa en la que convivía la despareja pareja, se lee: "No sabría decir si hay amor aquí, pero hay ternura y abnegación, mezcladas, según los días, con remordimiento, tristeza, tedio, afectadas por toda clase de causas, y especialmente por el choque de sus temperamentos, la divergencia de sus gustos, sus opiniones opuestas... Ella le habla a veces demasiado crudamente, y eso lo hiere. Por su lado, él tiene sus caprichos, sus vivacidades, sus antipatías, sus exigencias... Chopin la llama su angel, pero el ángel tiene grandes alas que a veces lastiman".
**
Después de años de convivencia se separaron. En Historia de mi vida George Sand escribe sobre el distanciamiento de Chopin después de tanto tiempo juntos, la causa aparente de la ruptura fue una pelea entre el músico y hijo de la escritora: "Chopin no quiso aceptar mi legítima y necesaria intervención. Inclinó su cabeza y dijo que ya no lo quería. ¡Qué blasfemia después de ocho años de maternal abnegación! Creí que algunos meses pasados a la distancia y en silencio, cicatrizarían la herida, y volverían a hacer su amistad tranquila, y su memoria equitativa. Pero no. Volví a verlo por un instante en marzo de 1848. Apreté su temblorosa y helada mano. Quise hablarle, pero me eludió. Ahora era mi vez para decir que no me quería más. Le evité esta acusación, y confié todo en las manos de la Providencia y el futuro. No había de volver a verlo. Había malos corazones entre nosotros. También había buenos, pero no supieron qué hacer. Los había frívolos, que prefirieron no intervenir. Se me dijo que él preguntó por mí, me extrañó, y me amó filialmente hasta el mismo fin. También se creyó apropiado ocultarle que yo estaba dispuesta a correr hacia él".
***
**
Liszt dice que nadie supo realmente cuál fue la causa de la ruptura. "Sólo se vió que después de una violenta oposición al casamiento de la hija de Sand, Chopin abandonó precipitadamente la casa para no volver nunca".
A comienzos de 1848 George Sand buscó voluntariamente una reconciliación, pero fue rechazada. Sólo una vez, como lo dice ella misma, encontró a Chopin después de la ruptura, y él se escapó sin decir palabra. Fué cuando él estaba moribundo, pero se le negó la entrada, aunque Chopin había dicho dos días antes que "ella me había dicho que no moriría en otros brazos que en los suyos". Tal vez George Sand sufría injustamente, no podemos dejar de tener la sospecha de que había algún fundamento real de parte de Chopin por el persistente modo de ignorarla y mantenerla a distancia. Ella misma había dicho que él no tenía odios. Lo que es evidente es que no sabía perdonar.
***.
**
Hay infinitos datos, varios de ellos contradictorios, sobre la relación entre estos personajes, ella dejó de fumar para no afectar los pulmones del músico, él vivía quejándose todo el tiempo de todo y de todos, ella soportó sus manías durante años y lo cuidó como a un niño, él la adoró, ella fue su enfermera y también su enfermedad propinándole lo que hoy llamaríamos maltrato psicológico, se prometieron amor eterno, fue una relación puramente platónica, etc. etc. Como fue en realidad no sabremos, se sabe que convivieron durante años, y que ha sido una relación que ha dado mucho que pensar. Y si la locura de Sand colaboró con que Chopin haya dejado la música que nos dejó, se le agradece a la dama.
***.

Reproducción de la mano de Chopin, barrunta el fetichismo.

*** L
La hermosa marcha fúnebre, por Björk y Yorke
***.
(Soñadora y fantasiosa me veo seducida por el sueño del siglo XIX en el que George Sand cortejaba con romanticismo al femenino Chopin. Pero los sueños sueños son, una vez despierta queda nostalgia, ilusión, pudor. Me enamoré de unas manos sobre un piano, pero ni Chopin ni la Sand: dos giles. Demasiada telenovela en mi infancia: he quedado un poco estúpida).