miércoles, 31 de octubre de 2007

Hector Viel Temperley

¿Soy ese tripulante con corona de espinas que no ve a sus alas afuera del buque, que no ve a Tu Rostro en el afiche pegado al casco y desgarrado por el viento y que no sabe todavía que Tu Rostro es más que todo el mar cuando lanza sus dados contra un negro espigón de cocinas de hierro que espera a algunos hombres en un sol donde nieva?

lunes, 29 de octubre de 2007

Le dieron té, que bebió, pero le quedó un terrón de azúcar en el plato -y adelantó la mano para llevárselo a la boca- pero acaso encontró que el gesto no estaba bastante justificado, y por consiguiente volvió a retirar la mano -pero realmente el retirar la mano estaba todavía menos justificado- de modo que volvió a alargar la mano y se comió el azúcar -pero ya no lo comía por gusto, sino para portarse correctamente... ¿con el azúcar o con nosotros?... y, para borrar aquella impresión, tosió, y, para justificar la tos, se sacó el pañuelo del bolsillo, pero llegado a aquel punto ya no se atrevió a sonarse- y se limitó a mover el pie. El movimiento del pie le produjo, al parecer, nuevas complicaciones, de modo que se calló y se inmovilizó por completo.
Aquel singular comportamiento (ya que en verdad no hacía más que "comportarse", "se comportaba" sin parar) despertó ya entonces, en aquel primer encuentro, mi curiosidad...

de "La seducción". Witold Gombrowicz.

viernes, 26 de octubre de 2007

Incongruencias

Vuelvo a escribir una carta que no será enviada.
Ayer salí temprano, muy de mañana, con el aire fresco en la cara, el sol todavía pálido y el paso ligero. Pasé una vez más por la vereda blanca que me trae tu nombre. Seguí caminando, pensando en esas baldosas. Es de mi barrio, la vereda, pero quedó conquistada por aquel beso. Colonizada. A veces cruzo para no pisarla, pero me pesco mirándola de reojo, desde enfrente, y aprieto el paso haciéndome la que no me importa, disimulando ante mí el recuerdo. Otras veces doy toda una vuelta, camino de más para evitarla. Como si eludiéndola alcanzara el olvido.
Ayer mismo, al volver, pasé por la vereda y me detuve, la observé, pisé casi todas sus baldosas, busqué huellas, miré si quedaba algo, un boleto de colectivo, un envoltorio de chicle, una mancha de la suela de tu zapato. No encontré nada. Reconstruí las posiciones, primero rellené mi espacio, después giré tratando de apoyar las plantas de mis pies en donde estuvieron los tuyos, cerré los ojos y besé el aire. Cuando deshice la forma ví que una vecina me miraba desde su balcón, sonreí incómoda, dije entre dientes algo así como "disculpe" (¿?) y me fui apurada.
Entré a casa, miré tu foto de pequeño, me enternecí hasta las lágrimas. ¿No queda nada de lo que hubo?. ¿Hubo algo?. ¿Hubo ese beso?. ¿Hubo ese niño?. ¿Qué es esto?. ¿Amor?. Si esto no es amor ¿qué es amor?.
Mientras escribo no recordás ni siquiera mi nombre.
Hoy volví a pasar. Estaba la vecina barriendo. Me guiñó un ojo, cómplice.

me gustó

Para difundir entre los que dibujen.
Ver otros dibujos aquí.

miércoles, 24 de octubre de 2007

"Duerme tranquilo" de Alfonsina Storni.

DUERME TRANQUILO
Dijiste la palabra que enamora
A mis oídos. Ya olvidaste. Bueno.
Duerme tranquilo. Debe estar sereno
Y hermoso el rostro tuyo a toda hora. Cuando encanta la boca seductora
Debe ser fresca, su decir ameno;
Para tu oficio de amador no es bueno
El rostro ardido del que mucho llora. Te reclaman destinos más gloriosos
Que el de llevar, entre los negros pozos
De las ojeras, la mirada en duelo. ¡Cubre de bellas víctimas el suelo!
Más daño al mundo hizo la espada fatua
De algún bárbaro rey. Y tiene estatua.
Amiga: Claro que tu corazón es puro, y grande, y generoso. Cierro los puños de impotencia al escucharte. No puedo hacer nada, quisiera acunarte, protegerte, y no encuentro forma de alivio. Me gustaría ser la mujer maravilla, ponerme el short de estrellas y salir con el lazo a hacer justicia. Pero no. Ni super girl, ni mujer biónica, ni siquiera ángel de Charly. Somos chicas, no tenemos superpoderes, pero somos amigas. Hace un rato hablamos, después miré por la ventana y lloré con vos, a la distancia. Te abrazo el alma y transcribo este poema de Alfonsina, es una de las cosas que puede hacer una chica por otra. Si lo habrás hecho por mí...
Sos hermosa, hermosa. No lo dudes, por favor.
La inmadurez, la minusvalidez afectiva, la liviandad, el desapego injustificado es una imposibilidad del otro, es SU ceguera: que no te enceguezca a vos. Sabés muy bien, me conocés, que no digo ésto con autosuficiencia. Sabés que sé, que cuando nos llevan la fé no hay palabra que nos cure. Sabés, también, que hoy tomo esa palabra porque la escuché en vos cuando me hizo falta.
Y sí hay códigos, aunque pocos los conozcan.
¡No entraremos en el mar, baby!

martes, 23 de octubre de 2007

Mi vida es sueño.

El título no refiere a Calderón, ni el comentario a Hamlet. Vuelve Basilio tranquilizador. Le comento - "Lo único que quiero, sin dudas, sin contradicciones, sin dobleces, sin fisuras, sin metamensajes es dormir. DORMIR y DORMIR. ¿Será depresión?" Contesta - "No creo. ¿No será sueño?". Me pasma su eficacia para desmontar todo enrosque.

La cabeza contra el suelo (Memorias de Paco Jamandreu)

Paco Jamandreu, diseñador de modas y estridente modisto de varias décadas atrás, escribió una autobiografía que llamó "La cabeza contra el suelo". Libro totalmente olvidado.
Más allá de su valor literario, que no tengo elementos ni entidad para juzgar, queda eso para los entendidos, hay algunos pasajes que describen en detalle una época de supuesto florecimiento argentino, con un lenguaje de pailletes y boas de piel. Muchos párrafos pueden ser asociados a momentos más cercanos. Cualquier parecido con la actualidad ...
A continuación tres fragmentos de sus memorias.
A propósito de las tendencias
1959 marca un cambio fundamental en la moda. Fue el reinado de los rasos y de los bordados, líneas orientales, caftanes con costosas pedrerías, faldas abuchadas, vestidos totalmente desbordados. La línea bolsa lo revoluciona todo. Las faldas se acortan, las líneas del cuerpo apenas se insinúan bajo las túnicas y los vestidos adoptan las formas de enormes globos. Lujo increíble, como si la gente no quisiera participar de los momentos que le toca vivir al país. No importa que todo fuera cada día peor. El verdadero camino, en realidad, iba a iniciarse muchos años después con la vuelta de las telas sencillas, casi al percal. Pero en ese entonces la gente cerraba los ojos a la realidad. Parecía que estábamos en la década del 20. Ante la crisis se bailaba charleston y se bebía champagne en medio de plumas y lentejuelas. En el 58 nos hundíamos: rock and roll, rasos, encajes, plumas, drapeados, whisky, champagne. Ya nos hundimos: rock and roll, whisky a gogó, gong, zum zum, rasos, plumas. Aramburu no nos sirvió: no importa, whisky a gogó, rock and roll, plumas drapeados, champagne. Rojas, tampoco: encajes, plumas, rock and roll, champagne, gong...
A propósito de su encuentro con el general y señora
Vivía en Billinghurst y Santa fe cuando recibí un llamado de Eva Duarte. En un principio no le di mayor importancia al asunto. Estaba acostumbrado a que día a día me llamen las grandes estrellas y las damas de la sociedad, el llamado de una actriz de radioteatro no me atrajo mucho. Me convenció la Bilbao que me dijo: - Esa chica tiene un destino que puede llevarla a la gloria o al infierno, tenés que ir hoy mismo, llámala Fui al día siguiente, un sábado, la cita era a las 18 horas. Ella misma me abrió la puerta. Me pareció altísima y muy desteñida. Me impresionó su piel desde el primer día: blanca, transparente, increíble. He conocido muy pocas mujeres con una piel semejante, como de marfil. Era rubia, de pasos largos y muy decididos. Usaba unos pantalones de satén gris plata, un chemisier celeste y zapatos blancos con grandes plataformas de corcho. Que cache pensé en mis adentros. Su departamento me hizo acordar a las casas burguesas de mi pueblo. De entrada uno se topaba con un juego de comedor estilo 1940. No había detalles de buen gusto. Pero ella lo llenaba todo con su atracción. A los pocos minutos todo me pareció muy lindo, hasta sus pantalones de satén que nada tenía que ver con sus zapatos de corcho -He visto sus dibujos en Mundo Argentino- me dijo. Me gustan mucho. Ahora voy a precisar ropa para mi trabajo de actriz ¿me entiende? En cine, en teatro. Me tiene que crear un estilo. Por que voy a hacer cine. Por otra parte necesito ropa sport, de calle, muy sencilla para mi trabajo con el coronel. Usted se imagina: concentraciones, colectas, visitas a barrios pobres a hospitales. Me hizo pasar a un cuarto de vestir. Colgaban varios tapados de piel, largos, cortos, zorros plateados, zorros azules, nutrias. Me parecieron de pésimo gusto, pasados de moda. Nos interrumpió Guillermina, una especie de mucama, ama de llaves, compañera que estuvo con ella muchos años. -Señora: el coronel quiere ver al modisto. Perón, recostado en la cama, comía sándwiches de chorizo y tomaba vino. Confieso que de entrada me deslumbro su gran simpatía, con su enorme sonrisa. -¿Así que vos sos el famoso Paco? Pero sos un pibe y haces modas para mujeres. Mira que te elegiste una muy difícil, ¿eh?. ¿Que te parece? ¿qué te parece Eva?, con ella podrás lucirte, ¿no es cierto?.
A propósito de un desengaño amoroso
El sol brillante entraba por el ventanal, hacía naranja la alfombra del cuarto. Naranja de sol de agosto con calor. Naranja de gripe. De anginas. De temblores. La ceniza entraba. La tenía en las manos. En la piel. Raspándome los dientes. Amargándome la boca. Gris, gris de pena. Gris de impotencia. Ahora podía gritar ¡Gritar! Mil pájaros negros volaban sobre mí. Ya no me importaba. Ni el fuego. Ni la ceniza. Ni la sombra de los pájaros. Puse mi cabeza contra el suelo y con aullidos de fiera en celo, de fiera herida, grité. Grité por lo que hice y por lo que no hice. Por lo que quise y no pude hacer. Grité golpeando con mis puños crispados por esos momentos que ya nunca podría sacar de mi corazón y por ese primer aviso que me daba la vida de la soledad que inexorablemente marca el final de los días de los como yo...

sábado, 20 de octubre de 2007

aires, aries

Después de tu ráfaga envolvente intervino el viento.
Trajo al músico sin canción, al jardinero fugaz, al niño uno, al jinete plateado, al invitado a Marsella (el más peligroso, el que hubiese sanado algo de no haber sido defensor de los besos puntuales), al niño dos, al analista top ...
Con el corazón vendado y los ojos turbios miraba el viento mover las ramas, las ramas secas.
Con el corazón vendado.
Ahora vuelve tu brisa cálida, primaveral. Tu viento.
Escucho el silbido suave.
Bonito, claro. Otra vez bonito. Muy.
Pero me quedo en casa, no me quiero deshojar.

viernes, 19 de octubre de 2007

La comedia. Más de El mito de Sísifo de Albert Camus.

Albert Camus en el Mito de Sísifo aborda ciertas reflexiones sobre la conciencia del absurdo. En unos de los capítulos toma al donjuanismo (excediendo el género), a los actores y a los conquistadores como posibles ejemplos de lo que llama "hombre absurdo", que según su definición viene a ser aquél que, sin negarlo, no hace nada por lo eterno. Más adelante suma a los escritores.
Esta definición de "absurdo" es muy escueta, habría que remitirse al libro para completarla. No será extendida aquí, solo se transcribe a continuación algunos fragmentos relacionados con la actividad del actor.
..."El espectáculo -dice Hamlet- es la trampa donde atraparé la conciencia del rey". Atrapar está bien dicho, pues la conciencia va rápidamente o se repliega. Hay que cazarla al vuelo, en ese lugar apenas sensible donde echa sobre sí misma una mirada fugitiva. Al hombre cotidiano no le gusta retrasarse. Todo lo apremia por el contrario. Pero, al mismo tiempo, nada le interesa más que él mismo, sobre todo lo que podría ser. De ahí su afición al teatro, al espectáculo, donde se le proponen tantos destinos cuya poesía percibe sin sufrir su amargura. En eso, por lo menos, se reconoce al hombre inconsciente, que continúa apresurándose hacia no se sabe qué esperanza. El hombre absurdo comienza donde aquél termina, donde, dejando de admirar el juego, el espíritu quiere intervenir en él. Penetrar en todas esas vidas, experimentarlas en su diversidad es propiamente representarlas. No digo que los actores en general obedezcan a ese llamamiento, que sean hombres absurdos, sino que su destino es un destino absurdo que podría seducir y atraer a un corazón clarividente. Es necesario sentar esto para que se entienda sin contrasentido lo que va a seguir... ...El actor reina en lo perecedero. Entre todas las glorias, la suya es, como se sabe, la más efímera. Así se dice, por lo menos, en la conversación. Pero todas las glorias son efímeras... ... Su arte consiste en fingir absolutamente, en penetrar lo más posible en vidas que no son la suya. Al término de su esfuerzo se aclara su vocación: dedicarse con todo su corazón a no ser nada o a ser mucho. Va a morir dentro de tres horas. En esas tres horas va hasta el final del camino sin salida que el hombre de la sala tarda toda su vida en recorrer... ... El actor tiene la monotonía, la silueta única, obsesionante, a la vez extraña y familiar del personaje absurdo que pasa a través de todos sus protagonistas. En eso es en lo que el actor se contradice: es el mismo y, no obstante, tan diverso, tantas almas resumidas por un solo cuerpo. Pero es la contradicción absurda misma este individuo que quiere alcanzarlo todo y vivirlo todo, esta inútil tentativa, esta obstinación sin alcance. Lo que se contradice siempre se une, no obstante, en él. Se halla en ese lugar en que el cuerpo y el espíritu se unen y se aprietan, en que el segundo, cansado de sus fracasos, se vuelve hacia su aliado más fiel... ... ¿Cómo no iba a condenar la Iglesia semejante ejercicio en el actor? Repudiaba en este arte la multiplicación herética de las almas, la orgía de emociones, la pretensión escandalosa de un espíritu que se niega a vivir solo un destino y se precipita en todas sus intemperancias. Proscribía en ellos esa afición al presente y ese triunfo de Proteo que son la negación de todo lo que Ella enseña. La eternidad no es un juego. Un espíritu lo bastante insensato para preferir una comedia ya no puede salvarse. No hay compromiso entre el "en todas partes" y el "siempre". De ahí que ese oficio tan despreciado pueda dar lugar a un conflicto espiritual desmesurado. ...Adriana Lecouvreur, en su lecho de muerte, quería confesarse y comulgar, pero se negó a renunciar a su profesión. Perdió con ello el beneficio de la confesión... ... Los comediantes de la época sabían que estaban excomulgados. Ingresar en la profesión era elegir el Infierno. Y la iglesia los consideraba sus peores enemigos. El actor sabía, por lo tanto, el castigo que se le prometía. ¿Pero qué sentido podían tener tan vagas amenazas en comparación con el último castigo que le reservaba la vida misma? Era éste el que sentía de antemano y aceptaba completamente. Para el actor, lo mismo que para el hombre absurdo, una muerte prematura es irreparable. Pero, de todos modos, se trata de morir. Pues el actor está, sin duda, en todas partes pero el tiempo lo arrastra también y ejerce efecto en él. Basta un poco de imaginación para sentir lo que significa un destino de actor. LLega un tiempo en que hay que morir en la escena y en el mundo. Lo que ha vivido está frente a él. Ve claramente. Siente lo desgarrador e irremplazable que tiene esa aventura. Sabe, y ahora puede morir. Hay casas de retiro para los comediantes viejos.

No hay que...

No hay que dejar que los intelectuales jueguen con los fósforos
Porque señores cuando se lo deja solo
El mundo mental Señoooores
No es muy brillante
Y no bien está solo
Trabaja arbitrariamente
Erigiéndose por sí mismo
Y según dicen generosamente en honor de los trabajadores de la construcción
Un automonumento
Repitámoslo Señoooores
Cuando se lo deja solo
El mundo mental
Miente
Monumentalmente
Jacques Prévert

Distintas campanas en el mismo patio.

Vengo de padres hippies y, como buena neurótica, en respuesta me pongo punk. Pago el precio de los extremos. No tengo punto firme de apoyo. Oscilo. Me pierdo.
No está "TODO BIEN". No está nada bien. Cuando te veo tiemblo.
Pero tampoco "VOY A ROMPER TODO".
Ni hippie ni punk: temblorosa con disfraz. Domesticada.
¿Líquida?
¿Me vencieron sin que lo note?
En la cabeza baldosas blancas, rectangulares.

domingo, 14 de octubre de 2007

Hay alguien sentado en la puerta de su casa esperando ver pasar mi cadáver.
Pasaré, farolero.
Mais ayez un soin, mon amour: soy cataléptica.

El mito de Sísifo. Albert Camus.

Sobre el mito de Sísifo
Los dioses habían condenado a Sísifo a rodar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza.
Si este mito es trágico lo es porque su protagonista tiene conciencia.
Sobre el donjuanismo
Si bastase con amar, las cosas serían demasiado sencillas. Cuando más se ama tanto más se consolida lo absurdo. No es por falta de amor por lo que Don Juan va de mujer en mujer. Es ridículo presentarlo como un iluminado en busca del amor total. Pero tiene que repetir ese don y ese ahondamiento porque ama a todas con el mismo ardor y cada vez con todo su ser. De ahí que cada una espere darle lo que nadie le ha dado nunca. Ellas se engañan profundamente cada vez y sólo consiguen hacerle sentir la necesidad de esa repetición. "Por fin -exclama una de ellas- te he dado el amor." ¿Sorprederá que Don Juan se ría de ella? "¿Por fin? -dice-; no, sino una vez más".
¿Por qué habría de ser necesario amar raras veces para amar mucho?
Sobre el tiempo
Durante todos los días de una vida sin brillo, el tiempo nos lleva. Pero siempre llega un momento en que hay que llevarlo. Vivimos del porvenir: "mañana", "más tarde", "cuando tengas una posición", "con el tiempo comprenderás". Esta inconsecuencias son admirables, pues, al fin y al cabo, se trata de morir. Llega, no obstante, un día en que el hombre hace constar o dice que tiene treinta años. Así afirma su juventud. Pero al mismo tiempo se sitúa en relación con el tiempo. Ocupa en él su lugar. Reconoce que se halla en cierto momento de una curva que confiesa que debe recorrer. Pertenece al tiempo, y con ese horror que se apodera de él reconoce en aquél a su peor enemigo. El mañana anhelaba el mañana, cuando todo él debía rechazarlo. Esta rebelión de la carne es lo absurdo.

Francis Bacon(1909~1992)

Pintando estados del alma. Obsequio de I.

Los mansos de Alejandro Tantanian.

El hombre que amé se fue abriéndose la cabeza de un tiro: manchó los libros con su sangre.
Me despedí para siempre del amor cuando aquel tiro estalló en la cavidad de su boca.
La boca que yo besé.
El hombre que amé se llamaba Levón.
Cuando supe del amor, el destino me dio la furia y la sangre de Levón.
Fui mansa. Hasta aquel beso que reventó en mi boca. Muerte y más muerte. Muerte y más muerte. No entiendo. Muerte y más muerte. Las de otros. No la mía. Mi historia es un cuchillo.

viernes, 12 de octubre de 2007

En un cuarto de hotel dos cuerpos tumbados frente a un ventanal con sonido de mar, cansados, mansos, felices. Sin ningún deseo que enturbie un encuentro puro. Sin recelos, ni proyecciones, ni miedos.
Ruido de mar, sábanas confortables, compañía que ahuyenta terrores nocturnos, antiguos.
Nunca nada más cerca del amor.
Finalmente me domesticaron: soy feliz porque no amo. Vencieron. Es triste eso, es triste.

jueves, 4 de octubre de 2007

Fedor Dostoievski - Los hermanos Karamazov

Fragmento del libro III “Los sensuales” perteneciente a "Los hermanos Karamazov". Dimitri se confiesa ante su hermano Aliosha. ¡Vamos, ven y cállate! Quiero abrazarte. ¡Es coñac! Me figuro que vas a decirte “éste sigue bebiendo”. Pero no te fíes de las apariencias. “No creas a la turba vana y mentirosa, deja tus sospechas...” Yo no me emborracho nunca, “paladeo” únicamente. Siéntate, quiero estrecharte entre mis brazos hasta estrujarte, pues en todo el mundo no quiero de verdad a nadie más que a ti. A ti y a una maldita de la que me he enamorado por desgracia; pero enamorarse no es amar. Puede uno enamorarse y odiar al mismo tiempo. Acércate a la mesa y deja que te vea. Escúchame en silencio y te lo diré todo ¡Tengo necesidad de expansionarme! Únicamente tú podrás escucharme sin reírte. Quisiera empezar... mi confesión... con un himno a la alegría, como Schiller, An die Freude! Pero no conozco el alemán. Camino sin saber a dónde me dirijo, hacia la luz radiante o la infecta vergüenza. Ahí está la desgracia. Cuando estaba sumido en la más abyecta degradación (y así ha sido siempre) leí muchas veces versos sobre la miseria del hombre. ¿Me han corregido? ¡Desde luego que no! Y es porque soy un Karamazov. Porque cuando caigo al abismo, lo hago por completo, de cabeza: y me gusta caer así, encuentro belleza es esta caída. Y desde el seno de la vergüenza entono una canción. Estoy maldito; soy vil y desgraciado, pero beso el vestido donde se envuelve mi dios; sigo el mal camino, y sin embargo, soy tu hijo, Señor. Pero basta de versos. Basta de versos. Voy a hablarte ahora de los “insectos”, de aquellos a quienes Dios ha premiado con la sensualidad. Yo soy uno de ellos, y eso puede aplicárseme a mí. La sensualidad es una tempestad. Me gusta la perversión por su abyección misma. Me gusta la crueldad ¿soy un insecto venenoso? ¡Un Karamazov y ya esta dicho todo! Estoy muy poco instruido pero he pensado mucho. ¡Cuantos misterios trastornan al hombre! Mi corazón encuentra belleza hasta en la vergüenza ¿comprendes este misterio? Es el duelo entre dios y el diablo, y el corazón humano es el campo de batalla. La escala del vicio es la misma para todos. Yo estoy en el primer escalón, y tú estás más arriba, en el tercero, por ejemplo. Creo que es lo mismo: una vez puesto el pie sobre el primer peldaño hay que escalarlos todos.

la tigresa del oriente - PERUCUMBIA.COM.PE

Obsequio de Focos.

martes, 2 de octubre de 2007

Paseo por Francia. Cinco "poetas malditos" (Rilke como invitado especial)

Baudelaire
El amor está sentado en el cráneo
de la Humanidad,
y desde este trono,
el profano de risa desvergonzada,
sopla alegremente redondas pompas
que suben en el aire,
como para alcanzar los mundos
en el corazón del éter.
El globo luminoso y frágil
toma un gran impulso,
estalla y exhala su alma delicada,
como un sueño de oro.
Y oigo el cráneo a cada burbuja
rogar y gemir:
-Este juego feroz y ridículo,
¿cuándo acabará?
Pues lo que tu boca cruel
esparce en el aire,
monstruo asesino,
es mi cerebro,
¡mi sangre y mi carne! Rimbaud En las tardes azules de verano, iré por los senderos,
picoteado por los trigos, pisoteando la hierba menuda:
Soñador, sentiré la frescura en mis pies.
Dejaré que el viento bañe mi cabeza desnuda. No hablaré, no pensaré en nada:
Pero el amor infinito montará en mi alma,
e iré lejos, bien lejos, como un bohemio,
por la naturaleza, –feliz como con una mujer. Verlaine
" Pon tu frente sobre mi frente y tu mano
en mi mano.
Y hazme los juramentos que romperás
mañana.
Y lloremos hasta que amanezca,
mi pequeña fogosa. " Mallarmé Es el sueño puro de una medianoche, desaparecida en sí misma, cuya Claridad reconocida, que permanece sola en su realización sumergida en la sombra, resume su esterilidad en la palidez de un libro abierto que la mesa ofrece; página y decorado común de la Noche, si es que aún subsiste el silencio de una antigua palabra proferida por él, en la que, volviendo, la Medianoche evoca su sombra acabada y ausente con estas palabras: Yo fui la hora que debe purificarme. Rilke ¡Oh, cómo florece mi cuerpo, desde cada vena,
con más aroma, desde que te reconozco!
Mira, ando más esbelto y más derecho,
y tú tan sólo esperas... ¿pero quién eres tú?
Mira; yo siento cómo distancio,
cómo pierdo lo antiguo, hoja tras hoja.
Sólo tu sonrisa permanece como muchas estrellas
sobre ti, y pronto también sobre mí.
A todo aquello que a través de mi infancia
sin nombre aún refulge, como el agua,
le voy a dar tu nombre en el altar
que está encendido de tu pelo
y rodeado, leve, con tus pechos.

Dolls Trailer

Takeshi Kitano