martes, 25 de diciembre de 2007

Tumbada

El amor. ¿El amor?.
Esta noche tengo un latido menos. La sangre corre más despacio, más espesa, la escucho fluir lenta, apretada. Pesan los párpados. Mi espalda pide colchón, goma espuma y mis ojos cielo raso. Algo que no reconozco en mí ruega silencio. No es tristeza, no, ya no queda. No tengo sueño, no, tampoco queda. No es cansancio, o sí, tal vez, pero no es cansancio físico. Las palmas de mi mano sin movimiento, sin voluntad de asir, de hacer, vueltas hacia arriba, como si mantuvieran un recuerdo reflejo de la espera de un milagro. Las mismas manos que fueron niñas, las de siempre conmigo, las que serán frías.
Juro que no entiendo el amor, y las explicaciones me tumban.
Estoy rendida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando leí te imaginé desparramada después de una descontrolada nochebuena, pero que nombres el amor me confundió. besi.

antiprímula dijo...

Já, já! (Tibio, tibio). Y sí, negra, la palabra amor suele confundir todo, trataré de no usarla por un tiempo. Beso grande.

Anónimo dijo...

Son ratos, laaargos, el corazón es un delator de esas volteretas... con prescripción médica no hay nada mejor que un calmante para irse a dormir, sino das vueltas y vueltas en la cama hasta extenuarte buscando una explicación...si el calmante es un amante, avanzaste en el juego de la Oca...
Es el Día-agnóstico: Sindrome de la Duda/Amor post Nochebuena

antiprímula dijo...

Sí, maxi, no hay como una buena siesta reparadora, con o sin sedantes. Hice justamente eso y soy como el ave fénix.
Warning! No todo amante calma y te hace avanzar en el juego de la oca, algunos te hacen perder varios turnos.
¿Me decís para cuando tu blog? ¡Quiero leerte allí! Un abrazo.