jueves, 6 de diciembre de 2007

Roland Barthes y los celos.

CELOS: Sentimiento que nace en el amor y que es producido por la creencia de que la persona amada prefiere a otro. (Littré).
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... "¿y si me forzara a no ser más celoso por vergüenza de serlo? Son feos, son burgueses, los celos: son un afán indigno, un celo -y es este celo el que nosotros rechazamos"...
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"Melite se reparte porque ella es perfecta, e Hiperión sufre por ello: Mi tristeza verdaderamente carecía de límites. Fue preciso que me alejara."
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"Como celoso sufro cuatro veces: porque estoy celoso, porque me reprocho el estarlo, porque temo que mis celos hieran al otro, porque me dejo someter a una nadería: sufro por ser excluído, por ser agresivo, por ser loco y por ser ordinario".
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de los inagotables "Fragmentos de un discurso amoroso".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"Como celoso sufro cuatro veces: porque estoy celoso, porque me reprocho el estarlo, porque temo que mis celos hieran al otro, porque me dejo someter a una nadería: sufro por ser excluído, por ser agresivo, por ser loco y por ser ordinario".

Este sería del mío.

Diego de Ávila dijo...

Y por el espantoso sentimiento de depender de la sensación de una propiedad. El amor lleno, el hermoso, destruye tanto que por momentos nadie sabe argumentar su hermosura. Pero los hombres se destruyen por él.

Un placer haber visitado el bloog. ¡Continuen bien!

Anónimo dijo...

Mi ideal de persona amada está con otro y no la lucho, porque amo y la dejo libre como diría aquel poéta españolisimo.
Lo peor es no conocer al otro y desear superarlo y decir "Yo la lucho por ella, la peleo"
Pero como cosas de la vida, me llevo por el mar a alguna nueva...Tierra!
Firmado: El agua.

antiprímula dijo...

Y el de varios, Garrac.

Bienvenido Mr. Bottom.
La verdad es que preferiría no ligar tanto la destrucción al amor (no obstante ni bien termine de escribir iré a mi biblioteca a por Vicente Aleixandre), pero me inculcaron la loca, tonta, absurda e inútil premisa que el amor cura. (Así me va, jé).
Mis felicitaciones por vuestro blog.
Antiprímula es una que se fracciona en varias, que se tienen bronca enttre sí pero conviven en la misma. Si bien tu plural despedida habrá sido dirijido a los comentaristas, me dió ganas de mencionarme en singular.

¿Y el FUEGO, mxi, que a veces es nuestro AIRE?
Los celos no necesariamente coartan la libertad del otro, eso es otro tema, pertenece a otra esfera y merecería un análisis aparte. Pero habrás percibido la sensación de que algo te muerde el cuello cuando pensás (porque te parece o te das cuenta): ¡Oh, le gusta otro/a! (aunque no digas nada)
Un abrazo.

Diego de Ávila dijo...

No, no, por favor, entiéndame bien... Yo me dirigía a todas la encantadoras personalidades de tan vastísima arquitectura esquizofrénica. Será que adentro cada prímula genera una antiprímula y la dialéctica está acabando con usted. Si le sirve de consuelo, la dialéctica está acabando con todo el mundo.

Aunque si le inculcaron esa idea del amor como cura, déjeme decirle, puede que aun le queden algunas oportunidades de zafar. Pero no le prometo nada, sino que le deseo, tanto como a usted le convenga recibir.

Cuatro de la mañana. Me tendría que ir a dormir. Malditas baterías nocturnas.

antiprímula dijo...

Gracias, Mr. Bottom, el suyo podría ser el deseo perfecto.
Es buena la teoría prímula - antiprímula, la seguiré pensando.
PD: Los que curan son los médicos, y no siempre. Pensar en curar a alguien con amor (o viceversa) es una herencia inconducente (religiosa, hippie) y muy difícil de erradicar. Digo ésto sabiendo que caigo con muchísima facilidad en la trampa. Pueden acompañarnos, querernos, ayudarnos, apoyarnos pero no curarnos. Me parece, no sé. Un beso.