martes, 2 de octubre de 2007

Paseo por Francia. Cinco "poetas malditos" (Rilke como invitado especial)

Baudelaire
El amor está sentado en el cráneo
de la Humanidad,
y desde este trono,
el profano de risa desvergonzada,
sopla alegremente redondas pompas
que suben en el aire,
como para alcanzar los mundos
en el corazón del éter.
El globo luminoso y frágil
toma un gran impulso,
estalla y exhala su alma delicada,
como un sueño de oro.
Y oigo el cráneo a cada burbuja
rogar y gemir:
-Este juego feroz y ridículo,
¿cuándo acabará?
Pues lo que tu boca cruel
esparce en el aire,
monstruo asesino,
es mi cerebro,
¡mi sangre y mi carne! Rimbaud En las tardes azules de verano, iré por los senderos,
picoteado por los trigos, pisoteando la hierba menuda:
Soñador, sentiré la frescura en mis pies.
Dejaré que el viento bañe mi cabeza desnuda. No hablaré, no pensaré en nada:
Pero el amor infinito montará en mi alma,
e iré lejos, bien lejos, como un bohemio,
por la naturaleza, –feliz como con una mujer. Verlaine
" Pon tu frente sobre mi frente y tu mano
en mi mano.
Y hazme los juramentos que romperás
mañana.
Y lloremos hasta que amanezca,
mi pequeña fogosa. " Mallarmé Es el sueño puro de una medianoche, desaparecida en sí misma, cuya Claridad reconocida, que permanece sola en su realización sumergida en la sombra, resume su esterilidad en la palidez de un libro abierto que la mesa ofrece; página y decorado común de la Noche, si es que aún subsiste el silencio de una antigua palabra proferida por él, en la que, volviendo, la Medianoche evoca su sombra acabada y ausente con estas palabras: Yo fui la hora que debe purificarme. Rilke ¡Oh, cómo florece mi cuerpo, desde cada vena,
con más aroma, desde que te reconozco!
Mira, ando más esbelto y más derecho,
y tú tan sólo esperas... ¿pero quién eres tú?
Mira; yo siento cómo distancio,
cómo pierdo lo antiguo, hoja tras hoja.
Sólo tu sonrisa permanece como muchas estrellas
sobre ti, y pronto también sobre mí.
A todo aquello que a través de mi infancia
sin nombre aún refulge, como el agua,
le voy a dar tu nombre en el altar
que está encendido de tu pelo
y rodeado, leve, con tus pechos.

4 comentarios:

Livio dijo...

Un futbol 5 de poetas !
Faltando unos minutos poné a Bukowski para asegurar el resultado.

antiprímula dijo...

La combinación poético-deportiva detenta una gran vitalidad ¡Bien, Livio!

Asterion dijo...

Dudé mucho en comentarte porque básicamente no tengo esa vitalidad liviana que festejas en tu comentario. sin embargo quise pasar para agradecer la selección de textos

antiprímula dijo...

¿Asterión duda? ¡Ah! ¡Qué sorpresa! Se lo lee tan seguro...
A veces me intimida intervenir en su blog, temo salir golpeda,no obstante lo visito casi en silencio.
"La vitalidad liviana"... si será pícaro.
Derivo el inmerecido agradecimiento a esos malditos escritores (yo no hice más que leerlos), y agradezco su visita.