martes, 8 de julio de 2008

navajas III

... esa luz maligna de las siete de la tarde... esa huidiza luz... esa luz estúpida que fue hermosa desde un ventanal...

La belleza es indiscutiblemente relativa. No fue la luz, fue el ventanal que la hizo bella por esa vez. No fue el ventanal, fue el sillón frente al ventanal. No fue el sillón, fue el silencio sobre el sillón frente al ventanal. No fue... Fuí yo.

Todo es ilusión momentánea, construcción, coyuntura. Y uno con eso.

4 comentarios:

M dijo...

Extraño las clases mis compañeros y mi profeee! volvere y sere escones...

antiprímula dijo...

¡No extrañe tanto y véngase pués, M!

CONILANDIA dijo...

"La belleza es indiscutiblemente relativa..." y la luz, y los momentos de prisa o de calma y los deseos y la identidad son tambien fotgrafias de la propia historia tejiendose?

antiprímula dijo...

C: No diría "fotografías", tal vez "tejidos", o partes de los infinitos hilos que se cruzan para armar un pedacito de bufanda (como para usar el mismo verbo que elegiste para el desarrollo de la historia).
La calma o la luz o los deseos no son nada per se, son más esto, más lo otro, más aquello, menos eso, etc, etc, etc.
Digo ésto ahora por lo mismo (como resultante de menos eso, más aquello, etc.) No es una conclusión huérfana.