martes, 15 de abril de 2008

de Hebe Uhart, escrito en 1993 para el libro de entrevistas "primera persona", de Graciela Speranza.

"Tengo 56 años pero me siento como de 46. Vivo en un barrio medio, ni pobre ni rico y así es como me gusta: no desearía ser ni rica ni pobre. Tengo y he tenido desde que recuerdo muchos amigos, tengo la certeza de que puedo hacerme amigos en cualquier parte del mundo, aunque la barrera del idioma es enojosa, le tengo miedo a los aviones; me gusta viajar pero volar es un suplicio. ¿Cómo voy a volar si no tengo alas? Me gusta viajar para encontrar a mi casa diferente, bah, para volver. De los primeros libros que compré en mi vida (y los segundos y los etc) no conservo ninguno: los presté, los perdí, los regalé y los vendí; ahora los guardo más. Cuando un libro me gusta mucho suelo reponerlo y comprarlo, porque he leído siempre mucho todo lo que me gusta o pienso que me va a gustar: en ese sentido soy muy prejuiciosa: si pienso que algo no me va a gustar, no lo leo. Por eso estoy bastante desinformada, lo que en sí mismo no me preocupa, salvo cuando quedo fuera de las conversaciones. Soy egresada de Filosofía y lo mismo me pasa con los filósofos: si me interesa, leo mucho de lo mismo, autor o tema y si no, ignoro. Como soy una persona que saca poco partido de la experiencia en cuestiones prácticas y además no me gusta luchar o pelear, siempre tengo que hacer muchas gestiones: administrativas, editoriales y de dentista. Cada vez que debo ir a una editorial nueva para llevar mis cosas o al dentista yo misma me premio. Yendo así a variados dentistas, editoriales y gestores, uno puede entender lo uno y lo múltiple. "Venga la semana que viene", o "No hay plata", dicho de las maneras más inverosímiles. Desde hace más de treinta años trabajo en la docencia, primaria, secundaria, ahora universitaria, privada, pública, de adultos. No creo que los jóvenes de ahora sean tan distintos de cómo fuimos nosotros: quieren ser reconocidos, valorados y tratados con justicia, por lo tanto, casi siempre responden. Rechazo las ideas apocalípticas en todas sus manifestaciones, a saber: que los jóvenes no leen y van a ser ágrafos, que el mundo se va a destruir, que el país va hacia la disolución, que el tango va a morir, etc. De los libros de la Biblia, el Apocalípsis es el que menos me gusta. Tengo muy pocos principios o convicciones firmes, pero sí creo que debemos tratar bien a los que tenemos cerca y en que todas las personas tienen derecho a momentos de placer, alegría o como se llame: debemos tratar de no amargar a nadie. "
***
Texto enviado por NS
Asociación fotográfica AP
Foto AK

12 comentarios:

antiprímula dijo...

NS: Gracias por el texto. Leí "Guiando la hiedra", es precioso, precioso. (Al menos así me resultó a mí).

clara elena dijo...

aguante hebe.
es una genia.

antiprímula dijo...

Usted lo dijo, Clara.

Anónimo dijo...

Amén.

. dijo...

adhiero, me gusta mucho el universo de hebe, leí "Guiando la hiedra", "Leonor" y " Del cielo a casa"

... arre hermosa vida...

CONILANDIA dijo...

Gracias por convidarnos con este blog.Un alivio para el alma.

patitia dijo...

Feliz cumple, querida!

antiprímula dijo...

G: ¿qué pasó?
Barón: Nueva coincidencia en gustos literarios. No leí "del cielo a casa" (¡qué buen título!)
Coni: Es un gusto que se sirvan del blog. Iré seguido a los tuyos a por lo que convides en ellos.
Pat: Mercí, mademoiselle.

k dijo...

hola antiprímula, me encantó el texto, gracias por asociar mi humilde juego de luz con tan hermosas palabras
un beso

antiprímula dijo...

AK: Sólo hice de puente entre un texto enviado por el misterioso y sofisticado NS y tu bella foto.
(Tengo guardadas otras preciosuras tomadas por tu cámara pero ando medio a las corridas, ya les dedicaré el tiempo que merecen). Otro beso.

nicolás schuff dijo...

misterioso y sofisticado?

ay

para que no me llame, además, rencoroso, le mando un beso de feliz cumpleaños atrasado.

antiprímula dijo...

¡Ay NS, qué susceptible!
Misterioso y sofisticado pueden ser halagos, según como se mire, son calificativos para describir ese halo de jóven romántico que envuelve a su figura. No aventure palabras que no salieron ni saldrán de mi boca, como rencoroso.

Le agradezco la cortesía del saludo, y nuevamente lo que compartió de Hebe.