Las partes son algo más que partes. Dejan de ser partes cuando la última ilusión de cosagrande redonda está pinchada. Desde adentro del repollo se ve la misma luz en todas partes, pero. No hay partes. No hay muchos uno ni muchos ni uno uno. Ni muchos ni tampoco uno solo. No. Ninguna soledad mayor ni menor. Ni más ni menos que la soledad de una oreja arrepollada o de la maquinita de afeitar de mutilar. Entonces. La convención se sostiene, la convención que se sostiene. La convención.
***.
Osvaldo Lamborghini
8 comentarios:
Impresionante.
Me llegó la data de que en el CCEBA hay unas jornadas de poesia internacional la semana que viene.
Me gustaría ir, si tengo tiempo, voy.
Beso
Un soplo de onirismo a la vida cotidiana, Anti!
Estoy de acuerdo, en parte.
Como siempre, es un discurrir de gusto pasar por acá.
Besos,
Levantate la pollera que cada mañana anida un afecto...
Angie: hace tanto que no voy a esos eventos...
Alotrópico: El gusto de su visita, en parte, es mío.
Algo sigue: Epa. ¿Decís que me suba el ruedo o literalmente que muestre la bombacha?.
Es de tarde.
Salú.
Los domingos a la mañana suelen ser tan tristes, con calor más, el amor es insostenible, la construcción, lo has dicho vos, es
imposible, es tan triste...todo se tieñe de triste....
Algo: ¿Dije eso? Estaría lastimada, puede ser.
El sol dominical se lleva de patadas con la tristeza, es como si se empecinara en iluminar todo lo que no quisiéramos ver. Rabioso.
Te comparto carilinas.
PD: Como dijo Osvaldo, la convención se sostiene.
AnTi: Por suerte ya llega el lunes, para todos.
Un beso
Angelina
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