Estudio independiente dedicado a la formación y entrenamiento de actores.
lunes, 30 de julio de 2007
Brevísima novela de amor
domingo, 29 de julio de 2007
Cierro un domingo más con semejante belleza...
"Las palabras" de Jean Paul Sartre
Paseo por Polonia
Pasaje de "Sanatorio bajo la clepsidra" de Bruno Schulz. Bianca es toda gris. Su tez cetrina tiene algo de un diluido toque de cenizas apagadas. Creo que un roce de su mano ha de sobrepasar todo lo imaginado. Generaciones enteras de domadores bullen en su sangre disciplinada. Es conmovedora la resignada sumisión a las exigencias de la educación que testimonian el espíritu de contradicción vencido, las rebeldías rotas, los silenciosos sollozos nocturnos y las violencias cometidas en su orgullo. Con cada movimiento se abandona, repleta de benevolencia y triste encanto, a las formas prescritas. No hace nada más de lo necesario; cada gesto suyo es medido avariciosamente y, apenas lleno el molde, se interna en él sin entusiasmo, como si fuese la conciencia de una obligación pasiva. Desde el fondo de aquel autocontrol surte Bianca su experiencia precoz, su saber de todas las cosas. Bianca lo sabe todo. Y no sonríe, su sabiduría es seria, rebosante de tristeza; los labios semiabiertos en la línea de una belleza absoluta, las cejas dibujadas con una severa certitud. No, de su saber no aprovecha ningún elemento para la relajación tolerante, la indulgencia. Al contrario. Parece como si esta verdad, observada por sus ojos tristes, pudiera ser vencida tan sólo con una tensa vigilancia, un estricto cumplimiento de la forma. Y hay en esa delicadeza infalible, en esa lealtad hacia la forma, un océano de pesadumbre y sufrimiento a duras penas superado. No obstante, aunque rota por la forma, se liberó de ella victoriosamente. Mas ¡a qué precio su sacrificio! Cuando anda, esbelta y derecha, no sabemos a quién pertenece el orgullo que arrastra con tanta naturalidad; es su propio orgullo vencido, o más bien, el triunfo de unos principios ante los que cedió. Pero, cuando súbitamente dirige su mirada con un simple, nostálgico levantar de ojos, lo sabe todo. Su juventud no fue protegida contra el descubrimiento de lo más secreto, su silenciosa serenidad no es más que la calma aparecida tras largos días de sollozos y lágrimas. Por ello, sus ojos fatigados, poseen, en la certeza de su mirada, un ardor húmedo, fuerte, libre de todo despilfarro.
Fragmento de "Insaciabilidad" de S.I.Witkiewicz "Quería a mi padre y le temía. Está muriéndose y ahora eso no me afecta en lo mas mínimo. Me siento mal como nunca me había sentido hasta ahora y ello sin razón alguna, como si tuviese la sensación de que todo, todo el mundo entero no es como debiera ser. Todo está envuelto dentro de una especie de funda. Y yo quiero tocar las cosas totalmente desnudas, como toco mi propio rostro con mi propia mano... Quiero cambiarlo todo para que sea como debiera ser. Quiero poseerlo todo , ahogar, apretar, aplastar, torturar...”
Fragmento de “Adiós al otoño” de S.I.Witkiewicz Sufro a veces sin ninguna razón aparente. Mis pensamientos están en ocasiones tan bizarramente embrollados, mis criterios de valor tan mezclados, que ya no puedo vivir así. Mi famosa visión del mundo, con la religión, la filosofía y el arte a la cabeza, empieza a hacerse pedazos desde sus fundamentos. Si pudiera, con la conciencia limpia, convertirme en un artista, conseguiría en cierta forma un lugar estable desde donde poder observarlo todo. Pero yo desprecio el arte; no en general, pero sí en sus decadentes formas contemporáneas. La pintura, la escultura y la poesía ya se han acabado, la música está a punto de morir, la arquitectura se vuelve puramente utilitaria, el teatro, concebido como arte, morirá también. No creo en nada y no creeré jamás en nada, no soy más que un demócrata insípido por educación y cultura ( si es que la tengo.) Soy incapaz de integrar lo que veo en una sola idea en la que pudiera realizarme a fondo, quiero escribir ensayos en la frontera entre la filosofía y la sociología pero escribo divagaciones poéticas siempre con el convencimiento de que no vale nada. Soy un desecho de la pseudo cultura más reciente que, al menos aquí, no ha creado nada interesante, rumiando desde hace siglos las novedades extranjeras y, mas aún, casi siempre a destiempo, no adoptando aquellas que debería ni abordándolas desde la vertiente adecuada. El arte verdadero es hoy la enajenación. Creo únicamente en los artistas que terminan volviéndose locos. Y todos esos tipejos pseudo románticos y pseudo clásicos, son una basura semejante a la que gobierna esta bacanal mentira de la democracia de hoy con su punto de partida igual para todos, su parlamentarismo, la falsa igualdad de todos ante la ley. En la política, en el arte, da lo mismo. Quienes gobiernan actualmente en nombre de la nauseabunda democracia están tan fuera de lugar como la porción de la sociedad en la cual se apoyan. Nosotros, los demócratas insípidos, no tenemos sitio ni en el universo ni en nosotros mismos. Lo mejor sería que nos degollasen lo mas pronto posible. Ya han pasado los tiempos del arte metafísicamente absoluto. El arte era, antaño, sino algo sagrado, al menos "santón"; el espíritu maligno se encarnaba en los hombres de acción. Hoy no tiene en quién, los restos del individualismo vital son pura comedia. A falta de algo mejor, el espíritu maligno se ha trasladado a la esfera del arte y hoy se encarna en artistas degenerados y perversos. Pero ésos ya no pueden perjudicar ni ayudar a nadie: existen para diversión de los restos agonizantes de la cultura burguesa. ¿Acaso para leer un aforismo cada 20 páginas o cualquier frasecita sobre la vida, que yo mismo, puesto en un aprieto, podría inventar, acaso por eso he de codearme con toda una panda de cretinos esnobs y escuchar las descripciones, demasiado detalladas, de sus estados y pensamientos poco interesantes, servidos de una forma igual de aburrida? Esas frases de media página, ese amasar y disgregar la vulgaridad y la estupidez hasta dar náuseas. ¿Acaso esos decadentes, que son ligeramente conscientes de su ocaso y que observan pasivamente con sus cerebros hinchados y tumorosos su propio declive y el de su antiguo mundo, representan un modelo de "decadencia superior" a la de aquellos que aún se hacen ilusiones y se divierten desempeñando sus ridículos papeles de poder?... A veces, quisiera que en el mundo se cociera un guiso tan terrible que todas las guerras y revoluciones del pasado parecieran a su lado un juego de niños y disolverme en ese caldo: una catástrofe, sino cósmica, al menos interplanetaria. Pese a mi repulsión por el futuro espero con ansiedad esa catástrofe: que sea algo grande, todo menos esa molicie actual, esa miopía cubierta por una máscara de falsas verdades eternas. Dormir y olvidar; o no: escapar lejos de esta ciudad, crear al menos en algún rincón un trozo de vida como aquellos días pasados, definitivamente mejores... En el fondo de la existencia, en sus mismos fundamentos, radica un sinsentido infernal. Y además un sin sentido aburrido. Pero este aburrimiento es efecto de los tiempos actuales. Antaño era algo grande y maravilloso. Hoy el misterio está por los suelos y hay cada vez menos hombres que sean conscientes de ello. Al final, el tono gris lo cubrirá todo muchos años antes que el sol se apague...
Pérdidas
sábado, 28 de julio de 2007
Obertura
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