Debo haber soñado algo horrible.
Me desperté sin recordar el sueño pero con el pecho oprimido y retazos de esta canción de Bebe en la cabeza.
Mi abuela me decía que cuando estaba triste o angustiada por alguna cosa, se hacía unos mates ricos que la ayudaban a aflojar el nudo en la garganta. Me decía eso cuando todavía yo sabía muy poco sobre la angustia, y casi nada de la tristeza. Pero adopté su costumbre. Puse la pava en el fuego y a sonar la canción que había quedado flotando.
Con el primer mate empecé a soltar lágrimas verdes.
Creo que soñé con bosques, era de noche y estaba perdida.
***
8 comentarios:
al leerte recuerdo que casualmente hace unas semanas subí al reproductor del blog una pequeña viñeta musical que lleva por título "green is the night", cargada de sentimientos parecidos, de bosques, de noche, de estar perdido y cantar para encontrarse...
besos
Bellísima por cierto. Gracias ak.
Necesitás a uno que te escuche los sueños al despertar. Y, de paso, que te cebe los mates.
Sobre ese tema hay un lindo cuento de Raymond Carver que se llama, justamente, Sueños.
Besos.
No soy tan exigente, tanguero. Lo que necesito es uno que no me amargue al dormirme. Con eso solito me basta y, le juro, que sueño precioso.
A Carver lo leí hace mucho, lo que me queda es un vago recuerdo de unos padres y un cumpleaños de un hijo... no terminaba bien el relato. De todos modos veré en mi biblioteca si encuentro "Sueños".
Un saludo.
Capaz que el klosidol también sirve para las pesadillas.
Saludos débiles.
Mi abuela solía advertirme: "no llores".
Supongo que por eso terminé inclinándome a los laberintos filosóficos...
Livio: ¿Vos decís? Pruebo y te cuento, de paso hago descansar al bromazepam. (Siempre me pareció una joda de los químicos que a la droga que se receta contra crisis de angustia la llamen BROMAzepam). Que te mejores.
Gis: Y... no hay caso... dejan huella. A mí me decía: "llorá si querés, desahogate que te hace bien", así quedé de maricona. Besos.
si querés yorar, yorá.
Publicar un comentario