miércoles, 5 de diciembre de 2007

Sueños negros (azules, a veces).

Esta ciudad es insoportable. Multiplica mi insoportabilidad. Acrecenta la insoportable insoportabilidad de todos. La neurosis, la agresión, el desamor, la desconfianza deja de ser un miedo inasible para hacer metástasis en los cuerpos, y borrar besos y caricias y sonrisas espontáneas por un cuerpo amado. (Y no importa si no es un amar eterno, no me jodan más con eso, en ese instante ES, eso importa, el resto son elucubraciones posteriores, consecuencias de la misma enfermedad).
Si pudiera elegir mi muerte optaría por que me peguen un tiro en la espalda, que atraviese el corazón de mi corazón, mientras miro el mar. Ahí soy mejor que acá. Y moriría creyendo en dios, tal vez. Y en el amado que me acompañe, seguro.

14 comentarios:

GISOFANIA dijo...

"Buenos Aires se ve tan susceptible / ese destino de furia es"

No debe ser muy fácil vivir en tamaña ciudad de groseros contrapuntos...

antiprímula dijo...

Oportuna letra, Giso. Aunque sería injusto echarle la culpa a la ciudad, toda ciudad puede ser difícil y está hecha por ciudadanos a los que vivir se nos hace difícil. Y acá somos más (entonces más de todo, mierditas inclusive). Eso.
Me quedo cantando. "Me dejarás dormir al amanecer"... "Me verás volver".

Asterion dijo...

Una ciudad es un lugar de intercambio de conflictos, pero cuando éstos se entremezclan con tanta potencia como en Buenos Aires, aparece el propio, el inmenso, el nuestro. El más difícil de entender.

antiprímula dijo...

En principio bienvenido, asterión, hacía mucho que no venía por acá, me alegra volver a verlo.
No entiendo muy bien ¿usted cree que en buenos aires se entremezclan conflictos con más potencia que en otros puntos geográficos? Me parece que el propio, el más difícil de entender habita en cada uno de nosotros, independientemente de nuestra azarosa residencia.
Saludos.

Anónimo dijo...

La calle Florida resume ese sentimiento de la ciudad, es el lugar mas propicio para llorar, sollozar y no ser percibido entre en la multitud. Catársis Muda. Yo soy todavia el iluso que cree que existe la rosa entre el barro baudelaireano. Un abrazo

antiprímula dijo...

Un colectivo por Av. Rivadavia también es un lugar propicio para el llanto, mientras mirás por la ventanilla ruedan los lagrimones. Otro abrazo (de ilusa a iluso).

Livio dijo...

Mis respetos a la mujer que llora en un colectivo. Llorar en un cine lloramos todos.

Saludos a lágrima viva

antiprímula dijo...

¡Es que usted es un caballero, Livio!
Lo saludo como una dama, lloriqueando.
(Y en "esos días" le lloro en el subte, en la ducha, frente a la heladera y en el supermercado chino).

Anónimo dijo...

Ahí la quería agarrar...

¿Llorar en el supermercado chino tendrá que ver con su confesa pasión por los orientales?

antiprímula dijo...

Puede ser Livio. Ahora que menciona a mis amigos orientales pienso que el amado que mira el mar conmigo en el post bien podría ser Kitano, entonces aparece la mafia japonesa y nos ametralla las espaldas.

Anónimo dijo...

Buena elección, si yo fuera mujer elegiría a un hombre de pocas palabras.

"Me gusta cuando ametrallas
porque estás como ausente..."

antiprímula dijo...

¿Usted dice, Livio? Aaay, puede ser, pero me rindo con tanta facilidad ante las palabras.
Me desarman (me quedo sin balas).

Livio dijo...

Casi un anagrama
sin balas sin abla

antiprímula dijo...

Bueno, baje de su avioneta.