Pocos textos oídos en obras de teatro me conmovieron como éste (dicho por mi amigo Carlos De Feo en "De mal en peor", de Bartís):
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¡Sí!, ¡Sí!, ¡Perdí todo! ¡Todo! ¡No tenemos nada!... Nada que sostener, nada que defender... ¡Y me siento libre!... ¡Libre y feliz como cuando murieron mis padres!
2 comentarios:
vacuidad, divino tesoro
G: Mmmm... Suena familiar de estas tierras.
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