Sobre el mito de Sísifo
Los dioses habían condenado a Sísifo a rodar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza.
Si este mito es trágico lo es porque su protagonista tiene conciencia.
Sobre el donjuanismo
Si bastase con amar, las cosas serían demasiado sencillas. Cuando más se ama tanto más se consolida lo absurdo. No es por falta de amor por lo que Don Juan va de mujer en mujer. Es ridículo presentarlo como un iluminado en busca del amor total. Pero tiene que repetir ese don y ese ahondamiento porque ama a todas con el mismo ardor y cada vez con todo su ser. De ahí que cada una espere darle lo que nadie le ha dado nunca. Ellas se engañan profundamente cada vez y sólo consiguen hacerle sentir la necesidad de esa repetición. "Por fin -exclama una de ellas- te he dado el amor." ¿Sorprederá que Don Juan se ría de ella? "¿Por fin? -dice-; no, sino una vez más".
¿Por qué habría de ser necesario amar raras veces para amar mucho?
Sobre el tiempo
Durante todos los días de una vida sin brillo, el tiempo nos lleva. Pero siempre llega un momento en que hay que llevarlo. Vivimos del porvenir: "mañana", "más tarde", "cuando tengas una posición", "con el tiempo comprenderás". Esta inconsecuencias son admirables, pues, al fin y al cabo, se trata de morir. Llega, no obstante, un día en que el hombre hace constar o dice que tiene treinta años. Así afirma su juventud. Pero al mismo tiempo se sitúa en relación con el tiempo. Ocupa en él su lugar. Reconoce que se halla en cierto momento de una curva que confiesa que debe recorrer. Pertenece al tiempo, y con ese horror que se apodera de él reconoce en aquél a su peor enemigo. El mañana anhelaba el mañana, cuando todo él debía rechazarlo. Esta rebelión de la carne es lo absurdo.
2 comentarios:
acerca del donjuanismo: Pero si es tan sencillo, precisamente por todo lleva amor y todo es tan difícil porque no guardamos relaciones firmes en nuestros conceptos de amor, odio y felicidad.
El donjuanismo me sirve para entender algunas psicologías ajenas. Al amor no lo entiendo, el odio no está en mi adn y la felicidad, sin saber bien qué es, intuyo que se me escapa a menudo. Lo que encuentro más cercano es el absurdo. Saludos.
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