En un cuarto de hotel dos cuerpos tumbados frente a un ventanal con sonido de mar, cansados, mansos, felices. Sin ningún deseo que enturbie un encuentro puro. Sin recelos, ni proyecciones, ni miedos.
Ruido de mar, sábanas confortables, compañía que ahuyenta terrores nocturnos, antiguos.
Nunca nada más cerca del amor.
Finalmente me domesticaron: soy feliz porque no amo. Vencieron.
Es triste eso, es triste.
6 comentarios:
La felicidad es triste.
La felicidad alegre es alegría.
Domestícame : Dijo el zorro al principito.-
No -dijo el Principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el Principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear lazos... "
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú para mí todavía no eres más que un niño igual a otros cien mil niños. Y no te necesito. Tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
Pd: ¡ojo! De ninguna manera le estoy diciendo zorra...
Asterión: Mire usted. Yo no creo tener la más mínima idea sobre qué es la felicidad. Me quedo pensando.
Livio: ¿Es condición sine qua non tener dueño para estar domesticado?
Si. Al menos haber tenido dueño en el sentido Saint exuperyano.
justo este post en este momento de mi vida y en este lugar tan prosaico.
peor imposible no?
mejor callarme y esperar.
Tal vez sea mejor, sí.
No parece haber sido buena idea visitar este espacio, probablemente prosaico.
El post alude a cierta regeneración en zonas necrosadas del alma. Sos fases. Los cuerpos tumbados están muertos, sin deseo, unidos por el no amor, por haber sido vencidos, domesticados, se hermanan para escuchar el mar y juntar el vacío que dejó en ellos quienes no los quisieron. Es un encuentro triste, de amor sin amor, por eso puro.
Que estés bien.
Publicar un comentario